Un contrato de arrendamiento consiste básicamente en permitir el aprovechamiento de un bien durante un plazo determinado a cambio de un precio. Este contrato en cuestión está diseñado para cuando se pretende alquilar una vivienda.
En estos casos son muchas las cuestiones a tener en cuenta: plazos, causas de resolución, fianza, etc.
Ahora bien, en ocasiones se pretende además garantizar el pago de la renta mediante el aval de una tercera persona que responda de dicho pago frente a un posible impago por parte del arrendatario. En este contrato firmarán las tres partes implicadas: la parte arrendadora, la parte arrendataria y la parte avalista que garantiza el pago de la renta de forma personal.
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